El Síndrome de XYY, también
llamado Síndrome del Super Hombre, es un trastorno provocado por la presencia
de un cromosoma Y de más en el cariotipo del hombre (47 cromosomas). Se produce
porque existe una disyunción en el cromosoma Y, añadiéndose toda la cromatina
sexual paterna YY sin que ésta se haya dividido en la meiosis. Al tratarse de
una alteración en el cromosoma Y, solo puede producirse en
varones.
Esta enfermedad tiene una
incidencia de 1 por cada 840 varones. Puede que algunos de estos pacientes
nunca lleguen a ser detectados ya que los problemas que causa este trastorno no
son muy graves:
- Físicos: Aceleración de la fase media de la
infancia. Suelen ser unos 10cm más altos que la media. Tienen los dientes
grandes. La mayoría son fértiles. Padecen diversos grados de acné en la
adolescencia.
- Psicológicos: Tienen problemas para aprender. Su
personalidad suele ser infantil. Tienen trastornos de conducta (se distraen fácilmente,
son hiperactivos…).
- Sociales: Son más sensibles al estrés o a
situaciones de presión. Muchas veces tienen problemas para relacionarse.
Habitualmente son agresivos pero aprenden a controlar su ira al crecer.
La formación de los gametos para
la reproducción puede suponer un problema. Un individuo con síndrome del super
hombre puede formar cuatro tipos de gametos: X, Y, XY, YY. Las dos primeras
opciones darán lugar a individuos normales, la tercera opción dará lugar a un
hijo con síndrome de Klinefelter, con la última opción, nacerá un hijo con el
mismo problema que el padre.
El primer informe sobre un sujeto
con 47 cromosomas en sus células fue publicado por Sandberg (Lancet, 2: 48,1961). Esto se relacionó simplemente como
una curiosidad biológica, y no como una enfermedad. Este paciente era un niño
de 12 años con obesidad y testículos situados más arriba de lo normal.
Muchos especialistas creen que
esta enfermedad está estrechamente ligada a la criminalidad. Desde los años 60,
se han realizado varios estudios para determinar si esto es cierto o no. Muchos
de estos estudios fueron realizados en prisiones. Se dedujo que un gran nombre
de presos contaban con esta malformación.
Este hecho ha sido incluso
llevado a la gran pantalla, con la película El
gato de las nueve colas, dirigida por Martín Patino.