También conocida como
síndrome del hombre lobo o síndrome de Ambras. De hecho se puede decir que de
aquí salieron las historias de licántropos.
Afecta a 1 de cada 1000
millones de personas, conociéndose sólo 50 casos registrados desde la Edad
Media hasta nuestros días.
Los síntomas son más que
evidentes: un excesivo crecimiento del vello en el rostro, las orejas y los
hombros, con casos en los que este síntoma se extiende también a varias otras
zonas del cuerpo. El trastorno ocurre en cromosoma número 8, resultantes en una
seria anomalía entre la dermis y la epidermis, provocando el desarrollo de unos
5 millones de folículos pilosos más que los de la media, con vello que puede
llegar a los 25 centímetros de largo.
Es un rasgo dominante. Salvo la exagerada
presencia de pelo, no sufren ninguna otra alteración. No tienen una esperanza
de vida menor ni tienen mayor probabilidad de enfermar. Sin embargo, la
presencia del individuo en la sociedad hace que a menudo se vea aislado,
discriminado o maltratado física o psicológicamente, por lo que son proclives a
tener serios problemas psicológicos.
Un amplio grupo de estos los encontramos
en la historia de los llamados 'fenómenos humanos' y, por desgracia, asociados
la mayoría de las veces a la exhibición circense.
El caso más antiguo conocido hace
referencia a un canario nacido en 1556 llamado Petrus Gonsalvus. Por orden del
rey Enrique II de Francia, se trasladó a París donde tuvo una exquisita
educación y tuvo 7 hijos, 5 de ellos con el mismo aspecto de su padre.
En
las fotos, Petrus y su hija Antonieta.
Barbara Urselin fue otro famoso caso de
grave hipertricosis del que también existe testimonio gráfico. Nació en 1629 en
Kempten, Alemania, y fue exhibida de muy pequeña por sus padres a cambio de
dinero como "La Mujer Cubierta de Pelo”. Posteriormente se casó y su
marido continuó con este dudoso negocio recorriendo toda Europa.
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